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Jueves, 7 de abril 2016, 14:26
El grupo Ekologistak Martxan ha denunciado este jueves que el proyecto que la empresa Cementos Rezola lleva a cabo en la antigua cantera de Artxondoko, en Bilbao, no es de recuperación, sino de «escombrera minera», lo que constituye una actividad «prohibida» en el Plan Especial del monte Pagasarri. Así consta en un informe encargado por el Ayuntamiento de Bilbao a una consultora y al que dicho colectivo ecologista asegura haber tenido acceso.
Según los ecologistas, el informe desvela que la licencia otorgada por el Ayuntamiento de Bilbao a Cementos Rezola para llevar a cabo el «proyecto de restauración de la cantera de Artxondoko» incumple la ley.
En su nota, emitida junto a la Asociación de Vecinos de Irala, Ekologistak Martxan pide que se depuren las responsabilidades políticas y legales derivadas de dicho incumplimiento, así como que se realice un estudio de recuperación del ecosistema de la zona afectada y se revoque la licencia concedida a Cementos Rezola.
Han señalado que, desde septiembre de 2015, cuando Cementos Rezola empezó a rellenar la antigua cantera de Artxondoko o del Bolintxu, situada en la zona del Pagasarri, grupos vecinales y ecologistas mostraron sus discrepancias sobre la legalidad del proyecto de la empresa y de la licencia concedida por el Ayuntamiento.
El Consistorio encargó a la Consultora Orbela que elaborara un «informe de valoración ambiental» del denominado «proyecto de restauración de la cantera de Artxondoko» respecto a lo establecido en el Plan Especial del Monte Pagasarri.
Según Ekologistak Martxan, este documento ha estado «retenido» por el Ayuntamiento durante 4 meses, «mientras las obras continuaban destruyendo los valores naturales protegidos por el Plan Especial del Monte Pagasarri».
Los ecologistas destacan que dicho informe subraya que «el depósito de desechos de mina que se proyecta» se entiende como «una actividad prohibida en el Plan Especial». Resalta además que el volumen y diseño del relleno previsto (580.000 toneladas) «no respondería a un proyecto de recuperación ambiental y ecosistémica».
Han denunciado también que, según el mismo informe, «las obras de drenaje ya realizadas en la base de la cantera han supuesto la destrucción física de una parte del humedal que, al cesar la actividad de la cantera, se generó de forma natural en la plaza, en torno al curso de la escorrentía».
«La protección de esta zona húmeda y su regeneración ecosistémica estaban expresamente recogidas en el Plan Especial», agrega el informe difundido por Ekologistak Martxan.
Además, según este grupo, el relleno altera el ecosistema de la zona y afecta a especies de murciélagos y de aves, por ejemplo «al halcón peregrino cuya presencia en la cantera ha sido seguida por la Diputación de Bizkaia desde el año 2000».
Sin embargo, agrega, Cementos de Rezola «adujo ignorar la presencia del halcón para justificar el inicio de las obras».
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