El Obispado de Bilbao pide la retirada de un Cristo troceado que se exhibe en una txosna

Antes de la inauguración del recinto de txosnas, la polémica estaba servida. Una de las comparsas exhibía ayer la imagen de un Cristo troceado bajo el título de 'Carnicería vaticana'. La imagen provocó el enfado del Obispado de Bilbao que mostró, mediante un escrito, su firme rechazo al considerar que se trataba de «una ofensa hacia sentimientos profundos y creencias religiosas». En el comunicado invitaba a la comparsa a retirar la estampa y advertía que tomará las medidas legales necesarias por el escarnio que supone para «las personas que profesan la fe cristiana». «Es una agresión que ofende sentimientos profundos y creencias religiosas arraigadas en buena parte de los habitantes de Bilbao y Bizkaia», reiteraba.

La diócesis bilbaína instó a las instituciones públicas a que tomasen medidas «en aras de la promoción del valor básico de la convivencia social en paz y en armonía». Por último, el Obispado invitaba a todos los ciudadanos a disfrutar de una Semana Grande «en un clima de respeto y cordialidad».

La imagen de la basílica de San Pedro también aparece en el decorado de la txosna, pero como si de una charcutería de barrio se tratase. En el centro, la imagen de Cristo crucificado se muestra como si fuera un cartel de despiece. Y a los lados, embutidos de todo tipo señalan un mostrador que se exhibe más abajo repleto de ojos, senos y corazones humanos. Una estampa que provocó el enfado de numerosos viandantes antes de que se lanzase el txupin «por su mal gusto».

Durante el paseo hacia el Arriaga, mientras disfrutaba del ambiente festivo, la presidenta del PP de Bizkaia, Raquel González, se topó ayer con esta imagen «grotesca» en los tinglados del Arenal, donde se sitúa la estructura de la comparsa Hontzak. González no dudó en mostrar su enfado al asegurar que este tipo de hechos son «inadmisibles y solo sirven para envenenar las fiestas».

El PP vizcaíno también lanzó un mensaje en Twitter para condenar esta conducta por parte de Hontzak y advirtió al Ayuntamiento de la «aberración» que se exhibía. «Esto es rizar el rizo. Al margen de la religión, es atentar contra la dignidad del ser humano», lamentaba González y añadió que «es una pena que los políticos solo salgamos para condenar este tipo de faltas de respeto». Asimismo, momentos antes del inicio del pregón, los representantes populares vizcaínos ponían al tanto de la situación al alcalde, Juan Mari Aburto, aunque reconocían que «no era el momento» de debatir el asunto.