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Isabel Ibáñez
Jueves, 16 de octubre 2014, 01:38
Peter Parker puede dedicar su tiempo libre a hacer el bien vestido de Spiderman porque se gana el sueldo, exiguo, trabajando de fotógrafo para un periódico. Tony Stark y Bruce Wayne están lo que se dice podridos de dinero; tanto el primero, Ironman, como el segundo, Batman, son empresarios multimillonarios. Pero todo el mundo sabe que hoy estás arriba y mañana puedes estar abajo. Aunque sería más exacto decir que es más fácil que ello suceda si donde estás en realidad es por el medio. Eso es lo que le ha ocurrido a Sharp Avenger, un superhéroe que por culpa de la crisis se ve abocado a vivir en la calle, como una de esas personas sin hogar que pueblan nuestras ciudades. Justo mañana, el mundo celebra el Día por la Erradicación de la Pobreza, algo que no tiene precisamente mucho que ver con la noticia que se conocía esta semana: curiosamente, en nuestro país los millonarios han crecido en el último año un 24% (son 465.000), según el Informe de Riqueza Mundial publicado por la empresa de servicios financieros Credit Suisse. Un porcentaje que es doble que el ejercicio anterior y que los expertos achacan a la buena suerte que tuvieron estas personas con sus 'juegos' en Bolsa.
Y en estas aparece el desafortunado Sharp Avenger, al que la suerte no le llega. Ni en la ficción, que se desarrolla a lo largo de las 120 páginas del cómic que narra sus desventuras, ni en la realidad, porque este proyecto en el que estaban implicados 50 guionistas y dibujantes no verá la luz; el 'crowdfunding 'que se puso en marcha para financiar la publicación apenas alcanzó la mitad de los 6.000 euros que se habían fijado como meta, y lo que tiene el micromecenazgo es que o llegas al listón fijado o te quedas sin nada. Así las cosas, las páginas de 'Sharp Avenger vive en la calle' reposan en un cajón a la espera de que un golpe de suerte los ponga en manos de los lectores.
Y la verdad es que la idea de un superhéroe perdedor es genial. El dibujante David Buceta, creador 'El Ángel Golondrino' y 'El Capitán Pepinillo' (capitanpepinillo.com), es el padre de la criatura. "Sharp Avenger surge del descontento general hacia la gestión de la política actual. Aunque personalmente no soy amigo del tema político, es inevitable posicionarse o tener una opinión al respecto. Con los desahucios saliendo día sí y día también en prensa me vino a la mente un superhéroe en la misma situación; un héroe que se ha dado cuenta de que en España hacer el bien no sale rentable, y al que le despojan de sus pertenencias para acabar viviendo en la calle". El cómic tenía un atractivo añadido, una parte benéfica, lo que hace todavía más doloroso que no haya tenido éxito: "Destinar todo el dinero que sacásemos tras conseguir el objetivo del 'crowdfunding' a un comedor social. Todos los implicados colaboraron desinteresadamente en el proyecto, nadie ha visto 'un duro' por el trabajo y teníamos las esperanzas de que el proyecto funcionase. Tal vez todavía hay dudas al respecto de estas webs de micromecenazgo y por eso hubo gente que prefirió no registrarse y aportar, no sé...".
Pero... ¿quién es Sharp, qué poderes tiene, a quién ayuda o... mejor dicho, quién le ayuda a él? "Es una especie de Batman, ya que no posee poderes algunos salvo su físico, intelecto y dinero (y esto último le ha desaparecido). Sus aventuras tocan el tema social: es ayudado por habitantes de la ciudad para sobrevivir; vive en sus propias carnes el desmantelamiento de hospitales; se llega a involucrar en manifestaciones; reflexiona sobre el tono que adquieren algunas marchas pacíficas que acaban en saqueos y cruentas batallas... Eso no quiere decir que en alguna ocasión no le veamos luchar contra el mal, personificado en criaturas de lo más delirantes y 'de la Tierra'. Sharp Avenger es un superhéroe español, con lo que la 'Marca España' conlleva. Uno no encontrará mucho glamour aquí".
¿Qué se ha perdido el aficionado al cómic con el fracaso de este proyecto? Lo explica Buceta: "La historia de un héroe venido a menos y lo que le sucede en un día. Estructurado por horas, la historia podía tener tintes superheróicos como de cómic social; estilos cercanos a la llamada 'escuela Bruguera' como manga, un toque 'underground'... Creo que había material que podría gustar a todo el mundo, dependiendo de sus preferencias en cuanto a tebeos. Y creo que el simple hecho de ver cómo quedó el tomo, sabiendo que su elaboración no fue convencional (la historia se iba creando mediante la marcha y los guionistas no tenían pistas sobre lo que le podía pasar al personaje después de su hora), interesaría".
¿Qué ocurrirá con el proyecto? "No sé, hay un par de ideas en mente, pero habría que centrarse y verlo con tiempo. Obviamente, pena da, ya que creíamos que calaría con la gente por el tema social. David Braña (su compañero en esta aventura) y yo hemos dedicado un año entero a la elaboración y coordinación del proyecto; poner de acuerdo a más de 50 personas no es tarea fácil". Buceta reconoce que el futuro inmediato de Sharp es "incierto". "La idea era sacarlo en papel, en un tomo parecido al formato americano de superhéroes, con una tirada amplia y a todo color. El cómic está acabado e incluso tengo parte de un documental montado. El caso es que, de retomar el proyecto, tal vez podría salir el tomo en formato digital. Pero es algo que no se puede confirmar".
El de Sharp Avenger no es el único cómic con el tema de la exclusión como eje central. Uno de los más conocidos es 'Vivir en la calle' (Glenat, 2010), donde Miquel Fuster relata a través de sus propios dibujos su experiencia como persona sin hogar: "He pasado 15 años de mi vida extraviado por las calles con el alcohol como único aunque nefasto ángel custodio. Pero lo único que no pudieron quitarme es mi obsesión por ser libre, la vergüenza y el miedo" (miquelfuster.com). "El hecho de que gracias a estos cómics vean que he conseguido dejar el alcohol, toco madera, es muy positivo. Y también para que la gente sepa lo que es la vida de los indigentes, porque ve un montón de bultos sucios y piensa 'mira, cuatro borrachos que no tienen nada que hacer'. Pero dentro de cada bulto hay un hombre o una mujer. Y si con los hombres es grave con las mujeres ni te cuento, es gravísimo lo que pasa con ellas".
Otro ejemplo es 'Invisible' (Edicions de Ponent, 2004), de Jaime Martín. Él mismo contaba cómo nació la idea en una entrevista concedida a xastrino.blogspot.com.es: "Una noche bajaba por el Paseo de Gracia con mi compañera, feliz y contento tras haber degustado unos platos de sushi. En una esquina de la calle poco iluminada, entre unos automóviles aparcados, noté una sombra y vi a un indigente en cuclillas, haciendo sus necesidades. Nos cruzamos las miradas durante unos segundos. El se subía los pantalones con una expresión de su cara con la que parecía pedir disculpas. Mi compañera ni se enteró, pero mientras continuaba mi camino no dejé de pensar en ello. Sentía que había invadido la intimidad de aquel hombre y encima trataba de disculparse por ello. No pude evitar sentirme culpable, aún no se de qué, pero culpable y avergonzado. Supongo que de sentirme parte integrante de una sociedad donde o eres un 'ente productivo' o un residuo en forma humana. El hecho es que, aunque parezca una cursilada, me sentí fatal y tuve que dibujar una historia. Cuando la acabé me gustó mucho el resultado y encima me sentí reconciliado conmigo mismo, de modo que hice otra más. Fue así como me planteé hacer el libro".
Sharp Avenger no salió adelante, al menos de momento, pero David Buceta se ha lanzado con otra publicación de características similares: 'Low Cost Comic Zine'. "Siguen presentes la sátira y la crítica social, pero ahora estamos en una España 'castiza' en un hipotético futuro donde la clase media se ha extinguido y solamente la gente de dinero, los corruptos y políticos tienen una existencia plácida. Los demás sobreviven en los restos de antiguas ciudades, rodeados de basura". ¿Creen que es posible? Veamos lo que dice el informe de Credit Suisse en el apartado de nivel de desigualdad. España se encuentra en un "nivel medio, ya que el 10% más rico posee el 55,6% de la riqueza, similar a Australia, Canadá, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Portugal o Reino Unido". Aun así, admite que entre 2000 y 2014 ha aumentado "ligeramente el porcentaje de riqueza que posee el 10% más rico"; tendencia que creció entre 2007 y 2011, el último año del que se tienen datos, según el informe de este año de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). ¿Cómo era aquella frase...? ¿La realidad supera al cómic? Nuestro sentido arácnido debería estar zumbando.
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