Así fue el escalofriante choque de Jules Bianchi contra la grúa en Japón

Las noticias sobre el estado del piloto de Formula 1 Jules Bianchi llegan con cuentagotas. Sin embargo, ya han comenzado difundirse las primeras grabaciones del dramático accidente que protagonizó el domingo en el GP de Japón y que hace temer por su vida. El joven francés estrelló su monoplaza a escasas vueltas del final en la curva más rápida del circuito y chocó contra una grúa que retiraba otro monoplaza que se había salido de pista.

En directo no se vio nada. 24 horas más tarde han llegado los primeros vídeos que han sido inmediatamente retirados de Youtub por orden de la FOM, la empresa que tiene los derechos sobre las mismas y quiere proteger al piloto y a su familia. Aunque algunas televisiones los siguen emitiendo en sus webs.

Y las imágenes han sido tan desalentadoras como el silencio que se hizo cuando se informó de su colisión en directo y las caras de su equipo al ver que no respondía por radio sobre su estado. El accidente fue brutal en todos los sentidos. Su Marussia deslizó por la curva hasta la escapatoria con tan mala fortuna que se 'coló' por debajo del tractor que retiraba el Sauber de Adrian Sutil. El alemán, que salió ileso de su percance, asistió estupefacto a lo ocurrido y enseguida se percató de la gravedad del asunto.

En directo, las televisiones no dieron una sola imagen. La realización original se encargó de que fuera así, como corresponde cuando el accidente es grave. Por su parte, dirección de carrera se limitó a sacar la bandera roja y poner final a un gran premio que estuvo más pendiente del cielo y del tifón que se cernía sobre Japón que de los monoplazas. ¿Tanto llovía como para tomar esta decisión? Se preguntaban algunos. La respuesta era no. ¿Tan grave había sido lo de Sutil? Tampoco.

Empotrado en los bajos

Apenas una imagen en la lejanía dejaba ver al alemán saliendo por su propio del monoplaza y la grúa detrás. De lo que pocos se percataron al primer vistazo es que había un segundo coche destrozado detrás, el de Bianchi. Cuando todos se dieron cuenta, la Formula 1 contuvo el aliento. Las caras en el box de Marussia eran sobrecogedoras. No habían conseguido hablar con el piloto y las asistencias que estaban en el lugar para atender a Sutil habían llamado urgentemente al médico. No pintaba nada bien.

Los coches de seguridad y de los sanitarios llegaron tan rápido como pudieron. A sus ojos la magnitud de la tragedia no era menor. Bianchi había empotrado su monoplaza en la grúa a una velocidad brutal. Y lo peor es que la altura de los bajos de la grúa era tal que la cabeza del piloto se llevó la peor parte. Hasta la 'joroba' que tienen estos coches tras el espacio donde se sienta el piloto (cockpit) y que, entre otras cosas, protege su cabeza había desaparecido.

El joven francés, promesa del automovilismo y cedido por Ferrari a la escudería rusa, fue trasladado urgentemente al hospital, donde le operaron de un fuerte traumatismo craneal con un importante hematoma. A última hora del domingo, respiraba por sí mismo. Horas después se esperaba un parte médico, pero no ha sido así y han hecho multiplicarse las especulaciones sobre su estado de salud.