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Sergio Eguía
Lunes, 16 de junio 2014, 07:57
El coro silenció al solista. Los San Antonio Spurs de exbaskonista Tiago Splitter son los nuevos campeones de la NBA. El conjunto de Gregg Popovich, ejemplo de trabajo en equipo, ha sido muy superior al actual bicampeón, los Miami Heat, liderados por LaBron James, el jugador más determinante de la competición, El Elegido, que no ha podido enlazar el tercer campeonato consecutivo. El anillo de la 2013-14 lucirá en la mano de Parker, Ginobili, Duncan y, en lo que más nos toca, Tiago Splitter. El ruido que hacen esas espuelas tiene eco en Vitoria.
El quinto y a la postre definitivo encuentro de la serie final fue una nueva exhibición coral de los texanos, ganaron 104-87. Alcanzaban la cuarta victoria, algo que se esperaba tras derrotar a los superdotados Wade, Bosh y compañía en su casa de Florida, y en consecuencia lograban el título. Recuperaban lo que el año anterior perdieron cuando Bosh, con las yemas de los dedos agarraba un rebote determinante en el último suspiro y sacaba el balón para que Allen diera la puntilla.
James golpeó primero
Un mal comienzo de partido, que aprovecharon los Heat y especialmente el alero LeBron James, no impidió que llegase la reacción de los Spurs con el alero Kawhi Leonard como líder encestador que aportó un doble-doble de 22 puntos y 10 rebotes para sentenciar una victoria que hizo justicia a la pérdida del título que sufrieron el año pasado.
Esta vez no hubo triple milagroso, todo lo contrario, en el AT&T Center, de San Antonio, triunfó el mejor juego de equipo de la NBA en el que todos los jugadores, los 14 que utilizó el entrenador Gregg Popovich, hicieron posible que los Spurs consiguiesen el quinto título de liga (1999, 2003, 2005, 2007 y 2014) y fuesen la nueva franquicia de la NBA.
Algo que podrían haber conseguido ya el año pasado y de ahí la frustración con la que tuvieron que jugar durante toda la temporada regular, que no le impidió ser el mejor de la liga con marca de 62-20. Pero faltaba que eso quedase reflejado en las Finales y después de haberse puesto 3-1 arriba, el año pasado tenían también 3-2 cuando llegaron al sexto partido, los Spurs, esta vez, no estaban dispuestos a que se les escapase un título merecido.
Por eso, a pesar que llegaron a estar 16 puntos abajo en el marcador en el primer cuarto, los Spurs despertaron y arrollaron con un parcial de 37-13 desde el inicio del segundo cuarto a la mitad del tercero.
Los protagonistas esta vez fueron de nuevo Leonard, pero sobre todo el veterano escolta argentino Manu Ginóbili, que aportó 19 puntos, incluido un mate espectacular sobre toda la defensa de los Heat, que simbolizó la gran noche de los Spurs.
Ginóbili, de 37 años, que logró su cuarto título de liga, jugó 29 minutos en los que anotó 6 de 11 tiros de campo, incluidos 3 de 6 triples, y 4 de 5 desde la línea de personal, además de capturar cuatro rebotes y repartir cuatro asistencias. Mientras que el base australiano reserva Patty Mills surgió como factor sorpresa al conseguir 17 puntos, incluidos 5 de 8 triples, de los 12 que tuvieron los Spurs, y que ayudaron a romper por completo a la defensa de los Heat. Pero faltaba la aportación del base francés Tony Parker, que no acertó con los tiros hasta la recta final pero consiguió 16 tantos, dos más que el veterano ala-pivote Tim Duncan, que a sus 38 años, obtuvo el quinto título de campeón.
Duncan también capturó ocho rebotes y puso dos tapones, mientras que el ala-pivote francés Boris Diaw, que surgió como la carta escondida de Popovich, hizo otra gran labor de equipo al conseguir nueve rebotes y seis asistencias. Otro jugador valioso en el trabajo de equipo fue el pívot brasileño Tiago Splitter que disputó 12 minutos y aportó tres puntos (1-1, 0-0, 1-2), capturó dos rebotes, dio dos asistencias y puso un tapón.
Si los Spurs habían demostrado ser el mejor equipo, los Heat, a pesar del doble-doble de James, que consiguió 31 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias, confirmaron que esta vez no les pudo salvar nada porque enfrente el rival siempre fue muy superior.
Pocas "garantías"
El pívot Chris Bosh, que había "garantizado" que los Spurs no ganarían el quinto partido, logró 13 puntos y siete rebotes, mientras que el escolta Dwyane Wade llegó a los 11, pero falló 8 de 12 tiros de campo, y volvió a ser el factor perdedor en el ataque de los Heat, que perdieron por primera vez en 12 series de la fase final después de haber ganado 11 consecutivas.
El primer cuarto comenzó con una racha de 8-0 de los Heat que se aprovecharon del poco acierto encestador de los Spurs que fallaron todo lo que tiraron a canasta, por lo que un tiempo muerto pedido por el entrenador Gregg Popovich fue más que necesario y justificado.
Pero nada cambió y los Heat, con James en plan de estrella, que anotó 17 puntos (5-7, 2-3, 5-5), seis rebotes, una asistencia y dos tapones, llegaron al final del periodo con siete tantos de ventaja 22-29.
Los Spurs, que sólo habían conseguido un 29 (6-21) por ciento de acierto en los tiros de campo, sabían que si mejoraban, el partido comenzaría a estar bajo su control y eso fue lo que sucedió con la consistencia de Leonard, la inspiración de Ginóbili y la salida de Duncan.
El equipo de San Antonio estuvo intratable en defensa y en ataque Duncan anotó seis puntos y Leonard hizo un triple a falta de 4:47 minutos para irse al descanso y los Spurs se pusieron por primera vez delante en el marcador (37-35), mientras los Heat comenzaban a hundirse y a decir adiós al título.
Espectacular tapón de Splitter a Wade
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