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El lobo en Álava, una presencia permanente

El lobo en Álava, una presencia permanente

Salvo un corto período de tiempo en los años setenta, la provicincia ha visto históricamente atacar y huir al gran depredador de la fauna salvaje ibérica

Francisco Góngora

Martes, 29 de marzo 2016, 07:48

Un amplísimo y muy completo estudio del Grupo Lobo de Euskadi titulado El lobo en la CAPV. Uso de ADN_fecal para el seguimiento de sus poblaciones, acerca de la situación del cánido salvaje en el País Vasco nos ha permitido bucear en las reseñas históricas sobre cómo se distribuía tradicionalmente el lobo en Álava.

Seguimos al pie de la letra el contenido del informe en el capítulo dedicado a las notas históricas. El lobo ha dejado huella en el patrimonio vasco, en su cultura y mitología asociadas. Basta mencionar la presencia como testimonio arqueológico de las loberas, trampas de tipología exclusiva del norte de la Península Ibérica, y que hoy en día todavía se pueden observar en Arcamo o Guibijo. También los canecillos con figuras de lobos que se encuentran en numerosas iglesias del arte románico y las figuras lobunas que se hallan en numerosos escudos y blasones. De hecho, el escudo del Territorio Histórico de Bizkaia lleva dos lobos insertados, con lo que se confirma la importancia y simbolismo que el lobo ha ejercido en nuestra cultura desde tiempos inmemoriales. La presencia de «numerosos lobos» en el macizo del Gorbea, feudo tradicional de la especie, era recogida incluso por la Real Academia de Historia (1802) y por Wilkomm (1852).

Los investigadores Fernández y Ruiz de Azúa realizaron en 2003 una exhaustiva recopilación de los datos históricos de lobos abatidos en los siglos XVII, XVIII y XIX en terrenos del parque natural de Gorbea (a caballo entre Álava y Bizkaia), con origen en el Archivo del Territorio Histórico de Álava y de la Diputación Foral de Bizkaia. El período analizado sobre esa base de archivos provinciales comprende desde 1805 hasta 1878. También recopilan las estadísticas de caza de Álava y Bizkaia sobre el número de lobos abatidos. Mediante estos análisis se pudo comprobar la importancia numérica y la prosperidad que tenían las poblaciones de lobo en el País Vasco en siglos pasados. Además, si bien el número de capturas era elevado, el número real sería probablemente superior.

Durante el periodo analizado por estos autores, la densidad media de lobos cazados por año fue de 0,2 lobos/100 km2 para Álava y 0,09 para Bizkaia. No obstante, las variaciones locales son muy elevadas. Así, en las sierras alavesas de Entzia y Elguea-Altzania, se cazaron 2,03 lobos/año y 2,68 lobos/año,respectivamente. Tellería y Saéz-Royuela (1989) estiman para la década de los 80 una mortalidad causada por el hombre en España del 32% del total de la población existente. Cabe suponer que, durante el siglo XIX la presión fuese mayor, por lo que se podrían establecer valores orientativos de la densidad lobuna durante el siglo XIX, entre 1,4 y 1,8 lobos/100 km2.

50 lobos

Para el conjunto de Álava y Bizkaia, durante el período 1814-1858, se estima una población de alrededor del medio centenar de lobos y de entre 7.000 y 9.000 ejemplares en el lustro o 1855-1860 en España, achacando a las elevadas y prolongadas tasas de captura en el tiempo, la reducción del área de distribución y la desaparición de núcleos aislados de los lobos en laPenínsula.

Los primeros datos sobre la distribución del lobo en la CAPV la podemos obtener del Diccionario Geográfico-Histórico-Estadístico de España y sus posesiones de Ultramar (Madoz 1850). Esta obra recoge los datos de una macroencuesta que el autor realizó con la ayuda de una amplísima red de colaboradores durante los años 1833 a 1843. En las reseñas de cada villa, pueblo o monte, figura un pequeño apartado para la fauna existente en el lugar (especialmente especies de caza), donde aparece el lobo en aquellos lugares donde la especie todavía existía. En lo que se refiere al País Vasco, en esta obra se cita la presencia del lobo en 50 puntos, de los que hemos podido situar en el mapa un total de 43. El lobo estaba presente en el 23,4% del territorio.

Según este documento, el lobo en Álava se repartía por toda su geografía, especialmente en La Montaña, Estribaciones de Gorbea, la zona de Guibijo y la de Valdegovía. De las 57 cuadrículas de este territorio, la especie se citó en 19 lo que representa el 33%. Las localidades donde este documento cita la presencia del lobo en Álava son las siguientes: Acebedo, Albéniz, Arlucea, Arriano, Barrón, Bóveda, Echagüen, Eguino, Erive, Faido, Gopegui, Guillarte, Ibarguren, Marquinez, Montoria, Murua, Manclares de la Oca, Nubilla,Onraita, Orbiso, Payueta, Peñacerrada, Pipaón, Quintana, Salvatierra, Trocóniz, Urrunaga, Villamanca y Villarreal.

Durante los dos primeros tercios de siglo XX se tienen datos sobre la presencia ocasional de la especie (López de Guereñu 1957). La caza severa de lobos está documentada en numerosos testimonios escritos (ligas de concordia, celebraciones de corridas, etc), así como las recompensas otorgadas por los ayuntamientos.

De Burgos

Existen escasas referencias bibliográficas de las décadas de los años 70 y 80, y las pocas que hemos podido encontrar, consideran al lobo extinto del País Vasco, aunque citan la presencia esporádica de ejemplares procedentes de Burgos. En 1985 se publica otra obra de referencia en Euskadi, el 'Atlas de Vertebrados Continentales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa'. En este informe se recopila por primera vez información sobre los vertebrados de la CAPV, con mapas de distribución de especies en cuadrículas UTM de 10x10 kilómetros. En el caso del lobo, los autores dicen que «aparece de forma esporádica en zonas limítrofes de la C.A.P.V. y asociadas a grandes sierras como son Urbasa y Salvada» . En este trabajo el lobo aparece en Álava de forma esporádica, lo que supone apenas el 1,8% del total de la CAPV. El lobo se consideraba como prácticamente extinguido en el País Vasco.

A finales de los años 80, se cita al lobo como especie esporádica en territorio vasco (donde se abaten dos ejemplares en 1987) con individuos procedentes de la vecina Burgos. Sáenz de Buruaga realizó en 1994 un estudio específico sobre lobos y ganadería en el bienio 1993-1994 en Euskadi. En este trabajo se establecieron zonas de cría de lobo en el nororiente burgalés y se realizaron unas estimas del número de lobos de entre 20 y 30 lobos que explotaban un área de 1.432 km2 integrada en las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León y el País Vasco. La especie aparece en 11 cuadrículas (Encartaciones, Sierra de Salvada, Gorbea, Guibijo y Valderejo), todas ellas en las provincias de Vizcaya y Álava. Esta presencia supone el 9,9% del total de cuadrículas que forman parte de la CAPV.

En 1999, según datos cedidos por la Diputación Foral de Álava se constata la existencia de un grupo reproductor en la sierra de Guibijo (Álava), con al menos 6 ejemplares. Ese año murieron 7 lobos en batidas oficiales en esa zona.

En el 2000, Sáenz de Buruaga mediante análisis de los resultados de batidas de caa, peritajes al ganado y entrevistas personales, citan la presencia de lobo en 378 km2, detectando la especie incluso en Guipúzcoa en 1996 tras 75 años de ausencia. Este autor cita una presencia de lobos, más o menos regular, a partir de mediados de los 80, en la comarca vizcaína de las Encartaciones y en menor medida en las alavesas de Salvada, Guibijo y Valdegovía, siendo a partir de comienzos de los 90 cuando la presencia del depredador se va haciendo más frecuente, alcanzando en aquel momento una presencia prácticamente continua durante todo el año en esas zonas indicadas.

En el año 2000, según los datos oficiales de la Diputación Foral Alavesa se confirma en Álava la existencia de dos grupos reproductores, en Valdegovía y Guibijo, con un mínimo de 8 lobos detectados (2 adultos, 3 cachorros y 1 desconocido).

En el Atlas de los Carnívoros Terrestres de la provincia de Álava, Illana y Paniagua citan a la especie ocupando el 25% del total del territorio. Estos autores otorgan la categoría de reproductora a la especie, con un grupo familiar a caballo entre Burgos y Álava en 2001 a partir de testimonios personales directos. También señalan que los lobos ocupan, de forma más o menos estable, un área muy extensa, de la que forman parte zonas comunes de Burgos y Álava (Monte Santiago, Guibijo, Árcamo y Valderejo).

Grupo reproductor

En 2002, según los datos de la Diputación Foral Alavesa se vuelven a confirmar mediante la obtención de datos indirectos de la existencia de un grupo reproductor en Valdegovía, pero no en Guibijo. Un año después se citan datos relativos a la probable observación de un lobo en la zona cantábriuca alavesa, pero no se aclara la existencia de grupos de lobos asentados ni número de ejemplares.

La Estrategia Nacional de Conservación del Lobo Ibérico, aprobada en 2004, señala la existencia de dos grupos familiares reproductores en 1999 y 2001. Este documento reviste gran importancia, ya que refleja los primeros datos oficiales que señalan la presencia segura del lobo como especie reproductora en el País Vasco tras décadas de ausencia y presencia esporádica.

Más recientemente, Jorge Echegaray (2004) añade a las comarcas alavesas anteriormente mencionadas las sierras de Arrato y Badaya y apuntan la presencia de dos grupos reproductores, a partir de datos propios y de documentos oficiales (borrador de la Estrategia Nacional de Conservación del Lobo), cuya área de distribución se circunscribiría a estos territorios alaveses y los limítrofes de la provincia de Burgos, haciendo referencia a citas de cría esporádicas previas al año 2000 en distintas zonas vascas fronterizas con Burgos.

En síntesis, actualmente y de manera más o menos estable, el lobo aparece en la zona occidental del País Vasco, en las zonas alavesas de Valderejo, Bóveda, Gorbea, Guibijo, Salvada, Badaya, Arrato y Árcamo, y en la comarca de Encartaciones de Bizkaia a través de la sierra de Ordunte y valle de Carranza, con una expansión de Este a Oeste. La presencia de la especie más hacia el Este de la A-68, salvo en el caso del Macizo del Gorbea y sierras de Badaya-Arrato, puede considerarse meramente anecdótica.

En las dos últimas décadas del siglo XX se ha asistido, como es conocido, a un incremento geográfico y poblacional de la especie en la Cordillera Cantábrica y Meseta Norte. Otros autores confirman un incremento del lobo ya en los años 80 en Burgos y lo citan en el valle de Losa y sierra Salvada en 1987, que a través de los procesos de dispersión juvenil, afecta al País Vasco. Sáenz de Buruaga consideran a la especie presente de forma más o menos constante en un área de 360 km2 desde el año 2000.

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