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SOS Racismo: «El ataque a la mezquita es una provocación»

SOS Racismo: «El ataque a la mezquita es una provocación»

El lehendakari Urkullu afirma que los hechos de Zabalgana le producen «perplejidad y vergüenza», mientras la Ertzaintza y la Policía Local tratan de dar con quienes arrojaron sangre y vísceras de cerdo al local donde se proyecta el centro de culto islámico

elcorreo.com

Miércoles, 16 de marzo 2016, 12:25

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha dicho este miércoles que el ataque contra una lonja de Vitoria que prevé acoger una mezquita le produce «perplejidad y vergüenza». El lehendakari ha hecho estas declaraciones durante la inauguración de un centro de Educación Infantil y Primaria en Mariturri, a escasos metros del local cuyas paredes, suelo y techo aparecieron cubiertas ayer de sangre y carne de cerdo. Urkullu ha enfatizado su denuncia por el hecho de que se falte al respeto a otras personas o se les insulte por sus «creencias religiosas». "Tenemos un largo pero apasionante camino por recorrer en una educación sustentada en valores y principios de respeto a la persona", ha apuntado. SOS Racismo, por su parte, ha valorado que se trata de «una provocación», mientras el colectivo musulmán que impulsa el templo ya ha manifestado que seguirán adelante con el proyecto porque no hacerlo sería dar la razón a los instransigentes.

Mientras tanto, la Ertzaintza investiga y busca ya a los autores del ataque contra la lonja de Zabalgana donde un colectivo musulmán proyecta la apertura de una mezquita, un centro religioso que ha despertado recelos en una parte de la población del barrio. El viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, ha afirmado este miércoles que ya se busca a los posibles autores, porque se trata de un «delito de odio» que debe ser perseguido y esclarecido. La Policía Municipal ya anunció ayer que, a través de su unidad de investigación, ha iniciado las pesquisas pertinentes. Aunque parece complicado descubrir a los autores ya que no se hallaron huellas dactilares en el lugar de los hechos y tampoco hay cámaras de videovigilancia por esa zona, indicaron fuentes policiales. La asociación musulmana ha denunciado ya los hechos ante la Ertzaintza por «amenazas, racismo y atentar contra el sentimiento religioso y la paz social».

Como trascendió ayer, desconocidos forzaron por la mañana la puerta metálica de la lonja elegida para acoger una mezquita en el número 20 de Bulevar de Mariturri. Una vez dentro, el ataque anónimo rápido y realizado sin testigos consistió en arrojar carne de cerdo y rociar con supuesta sangre de este animal suelo, paredes y hasta el techo. A lo largo de la fachada también arrojaron más sangre. Y, por último, coronaron su agresión con una esvástica de grandes dimensiones. Se supone que esparcir los restos de este animal convierten un lugar en impuro para la comunidad musulmana.

El sabotaje recordó mucho al perpetrado hace ahora un lustro contra otra lonja, aquella ubicada en Zaramaga, elegida para albergar otra mezquita. Esa iniciativa, que encontró notoria oposición vecinal, nunca fraguó. Los promotores, miembros de la pujante comunidad paquistaní en Vitoria, optaron por desistir. La de ayer supone la última vuelta de tuerca a la escalada de polémica alrededor de este proyecto, cuya construcción reveló este periódico el mes pasado. Hace unos días, supuestos vecinos del barrio buzonearon una carta con el objetivo de paralizar la apertura. El polémico escrito, anónimo, contenía frases como «¿Se verán afectados nuestros hijos al bajar a la calle a jugar?», «¿Ves justo que al tratar de defender tus derechos y tu espacio cotidiano te puedan tachar de racista?» o «Tu vivienda se devaluará, si precisas venderla, ¿tendrás comprador?». La asociación de vecinos del barrio, Zabalgana Batuz, condenó con dureza aquella misiva. Ayer repitió su repulsa.

Ataques «inadmisibles»

Tras conocer el asalto de la lonja, diferentes representantes políticos de la capital del País Vasco mostraron su solidaridad con los miembros de la asociación cultural árabe de Vitoria, que han eligido este emplazamiento en Mariturri para suplir su pequeño centro de culto en la calle Teodoro González de Zárate de Ariznabarra. De una capacidad para 60 personas pasarían a otra para unas trescientas. El primero en manifestarse fue el alcalde. Gorka Urtaran dijo que «estos ataques son inadmisibles y carecen de sentido. Pido un esfuerzo de entendimiento por todas las partes implicadas, porque Vitoria es una ciudad plural».

Los promotores de la mezquita están a la espera de resolver los últimos trámites burocráticos con el Ayuntamiento para iniciar las obras de acondicionamiento, que serán abonados por los fieles. A día de hoy, el propietario legal del local es una inmobiliaria ya que los miembros de Al Mohsinin aún no han efectuado ningún pago.

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