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paula napal
Sábado, 24 de octubre 2015, 01:14
Un divorcio conlleva un proceso complicado, pero cuando se tienen hijos en común la situación es todavía más delicada. La gallega Francisca Fariña, catedrática de Psicología Jurídica de la Familia, explicó ayer en Montehermoso la manera de afrontar esta nueva situación en el hogar para que los niños puedan seguir con una vida feliz y sana. Abordó la charla La inteligencia parental en la separación en un acto organizado por la Asociación de Madres y Padres Separados de Álava.
¿El número de divorcios de parejas con hijos es superior al de parejas sin ellos?
Las personas que se separan mayoritariamente tienen hijos. De éstos, un poco más de la mitad tiene hijos menores de edad.
¿Son datos alarmantes?
Un divorcio en sí no es algo alarmante, lo alarmante es que se gestione de forma errónea o que haya parejas que convivan en una situación de infelicidad. No es cuestión de animar a la gente a divorciarse, sino promover que lo hagan de forma adecuada, con inteligencia.
Hay padres que deciden esperar a que los niños crezcan para separarse. ¿Es un acierto o un error?
Es un grave error. Cuando se separan, los niños están cerca de la adolescencia o en ella, un período evolutivo de los más complejos para el ser humano. Si los padres esperan a esta etapa les añaden un problema más. Es un proceso que hay que superar y es positivo, pero los hijos no suelen considerarlo como tal.
¿Cuál sería entonces el procedimiento adecuado?
Los padres deben tener información sobre cómo hacerlo y pedir asesoramiento. Todos los expertos aconsejarán hacerlo de forma conjunta, en un ambiente relajado, no culpar a ninguno de los progenitores, asegurar a los niños que van a seguir manteniendo una relación normalizada con ambos padres, que no se les va a inmiscuir en el conflicto y no van a tener que elegir. También explicarles que van a poder hablar sobre sus miedos y, sobre todo, asegurarles que esa decisión está tomada por los padres, que el comportamiento de los niños no tiene nada que ver y eliminarles la ilusión de reconciliación.
¿Cuál deberá ser el comportamiento de los padres?
Deben mantener una relación de parentalidad positiva. Siempre va a haber conflicto, pero debe apartarse a los menores y gestionarse de manera adecuada.
¿Cómo puede llegar a afectar a un niño un divorcio a nivel social y escolar?
No sólo a nivel escolar o social, también a nivel de salud psicológica y física. Los datos son así de duros y contundentes: una mala gestión del divorcio y mantener a los niños en una situación de estrés constante provocará una caída de su sistema inmunológico y estarán más expuestos a enfermedades. De mayores pueden tener un mayor riesgo de infartos cerebrales o coronarios. Es decir, la mala gestión de un divorcio mata. A su vez, los niños son más propensos a acudir a psicólogos y psiquiatras, es un asunto de salud pública. Cuanta más información haya y se busque la prevención, más ahorro supondrá en el presente y, sobre todo, en el futuro.
Contacto saludable
¿Hijos de padres separados son más propensos a separarse ellos en un futuro?
Hay datos que señalan eso en países con más tradición al divorcio como Estados Unidos y Canadá. También, y más preocupantes, son los casos de niños que han sufrido tanto en el divorcio de sus progenitores que después soportan una mala relación, aunque ello suponga algo malo para ellos y sus propios hijos.
En los casos en los que las parejas se separan por asuntos delicados como malos tratos o alcoholismo, ¿es conveniente que los hijos sigan viendo a ese padre o madre conflictivo?
En casos especiales no podemos hacer afirmaciones generalistas, cada caso es él y sus circunstancias. Si ese progenitor tiene una adicción puntual o un episodio violento y los psicólogos consiguen reeducarlo porque el ser humano tiene capacidad para aprender tiene derecho a volver a ver a sus hijos, por el bien suyo y de los niños. Tienen derecho a tener un padre y una madre, pero siempre que sea algo saludable y no nocivo para ellos.
¿Debería revisarse la legislación para que ante un divorcio, y a la espera del juicio, no sea casi siempre la madre la que se queda con los niños?
En general es lo que suele ocurrir porque no se evalúan del todo bien los datos y hay autos de manera estereotipada, siempre para la madre. Por fortuna, cada vez hay más jueces que estudian muy bien la decisión a tomar. Tomar decisiones de manera estereotipada es negativo para los hijos.
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