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ELCORREO.COM
Viernes, 3 de octubre 2014, 03:15
Almería Western Film Festival (AWFF), que se celebra del 10 al 12 de octubre en Tabernas (Almería), va contar en su cuarta edición con la presencia del actor Eduardo Noriega, quien ha confirmado su asistencia y participación para presentar 'Sweetwater', un western rodado en 2013 a las órdenes de los hermanos Logan y Noah Miller. Pero también habrá un hueco para el filme amateur rodado en Kuartango (Álava) 'Algo más que morir', de los directores Oier Martínez de Santos y José Luis Murga, que se convirtió en un fenómeno en la zona cuando se rodó, con actores amateurs del pueblo y localizaciones íntegramente ubicadas en el valle alavés.
'Algo más que morir' responde al empecinamiento de José Luis Murga, vecino de Zuazo, que ya en su juventud soñaba con dirigir una película del Far West. «En 1977, cuando éramos unos chavalillos de 16 años, rodamos algo con una cámara de ocho milímetros. En el cristal del escritorio de mi padre escribía los títulos de crédito», recordaba entonces Murga para El Correo. «Nadie creyó en nosotros y para mí fue un palo tremendo, pero ya me había picado el gusanillo del cine», relató.
El 31 de diciembre de 2005, horas antes de las campanadas, Murga resucitó su proyecto y contagió a Oier, que había estudiado cine en Bilbao. Hicieron un trato: el primero escribía el guión y el segundo lo plasmaba en imágenes con su propio material. Murga se puso manos a la obra.
Con todos los ingredientes
La chica guapa, el bueno, el malo y sus secuaces, el tabernero, los parroquianos del saloon, el sheriff borracho y corrupto, el cura y el enterrador. Todos los clichés tenían cabida y también rostro real. «Me inspiraba en la gente del pueblo. Me metí tanto en la historia que me pegaba cada llorera yo sólo en casa...», agregaba Murga, quien decía que, sobre todo, su filme tiene mensaje: «el de vivir el presente».
Pronto José Luis y Oier se dieron cuenta de que aquello superaba los límites del corto y osaron hacer una película con todos los ingredientes: amor, desamor, peleas y duelos al sol. Los primeros planos empezaron a rodarse en la primavera de 2006, casi todos en interiores. «Yo vi que la película no iba a ser creíble si nunca salía el pueblo», relató Oier. Su primera idea fue la de fletar un autobús y aterrizar con toda la 'troupe' cuatro días en Almería, en el edén de los spaguetti western, para rodar en un decorado abandonado.
José Luis le convenció para levantar en un descampado de Marinda su propio pueblo. Lograron 6.000 euros de ayudas de la Diputación alavesa y otros 1.200 del Ayuntamiento de Kuartango, y lo gastaron en tablas y clavos. «Y aún así no nos llegó». En las navidades de 2006, entre todos los vecinos levantaron Kuartk Valley con su saloon, la casa del malo, la del sherriff con la cárcel, el banco, la serrería, la escuela, el pozo y hasta un abrevadero. Después llegaron más momentos de risas, de paciencia -el trabajo con aficionados es terrible- y otros muchos de lágrimas, como cuando la actriz protagonista decidió tirar la toalla. Aprovechando que en octubre de 2009 se organizó una fiesta del Salvaje Oeste en Bikuña, Oier y José Luis se acercaron y realizaron su propio casting. Allí les llamaron la atención los atuendos y las poses de dos parejas. Se acercaron, les hablaron de su proyecto y ¡bingo!, volvían a tener chica guapa y de paso sheriff y más actores.
Hubo más incidencias. Se murió el caballo del protagonista, la ciclogénesis explosiva se llevó por delante el banco del pueblo y la niña de seis años, claro está, creció. «Al final sólo le hacíamos primeros planos», relató Oier. Al final, tras cinco años, se consiguió dar forma a un argumento: Dick Murray es un pistolero a sueldo que está harto de su vida. Conoce a una mujer, se casa y decide montar un rancho en Kuartk Valley, un apacible pueblecito. Pero primero tiene que buscar a su hermano, un bala perdida. Lo encuentra y regresa con él a su casa siete años después. Descubre que tiene una hija y que sus vecinos viven atemorizados por los desmanes de un cacique y un sheriff corrupto.
Y así se presentará en Almería, cuna de los westerns españoles este mes de octubre, donde está previsto que los realizadores alaveses participen con el público. Pero la estrella del certamen será Eduardo Noriega con su cinta Sweetwatrer, situada en 1880, que trata de una joven viuda (January Jones) que con ayuda de un sheriff (Ed Harris) vengará el asesinato de su marido (Eduardo Noriega).
El festival contará además con otros invitados de excepción que participarán en los coloquios y debates que se llevarán a cabo durante los tres días. De este modo, el día 10, en el Teatro de Tabernas tendrá lugar un coloquio sobre la grabación de western en Norteamérica en el que participarán Thomas Arslan, Javier Elorrieta y Emilio Linder.
Cuarta edición
AWFF se celebra, además de en Tabernas, en los poblados Fort Bravo y Oasys Mini Hollywood. Se trata del gran festival de cine dedicado en exclusiva al género western en Europa y que por cuarto año consecutivo organiza el Ayuntamiento de Tabernas, con el objetivo de impulsar el cine western y el turismo en la provincia.
La IV edición del Almería Western Film Festival cuenta con el apoyo de la Diputación de Almería y la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía. Además, colaboran Oasys Mini-Hollywood, Fort Bravo, el Centro de Iniciativas Turísticas y Cinema Tabernas Productions.
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