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Iosu Muro
Lunes, 9 de junio 2014, 08:00
No hay mejor invitación a la bebida que un calor sofocante y ayer en el casco urbano de Labastida se unieron en armonía el problema y la solución. Ocho productores vitivinícolas de la localidad riojanoalavesa -Gontes, Mitarte, Ibaiondo, Marqués de Carrión, Remelluri, Torres, Agrícola Labastida y Solagüen- aprovecharon la celebración de una nueva edición de la fiesta 'Bodegas a pie de calle' para presentar sus mejores vinos y deleitar a los visitantes que se acercaron hasta allí.
Bajo un sol de justicia, la cita arrancó con una cata comentada a cargo de los enólogos de la zona. Los presentes, muy atentos todos copa en mano, intentaron seguir los pasos indicados por los guías, que iniciaron a los más despistados en el difícil arte de la cata. Algunos terminaron conociendo las diferentes características de cada variedad, aunque muchos otros se conformaron con disfrutar del caldo. Mientras tanto, los más pequeños se introducían poco a poco en el mundo del vino y el arte con un taller de arquipintura.
Pregón de Berasaluce
Tras todo ello llegó el momento de que el pregonero hiciera acto de presencia para dar inicio a la jornada como tal. En este caso el elegido fue el pelotari Pablo Berasaluce, gracias a su cariño por la localidad, a la que acude bastante a menudo para visitar a las amistades que allí guarda. Así pues, no es de extrañar que sus primeras palabras estuvieran dedicadas a ellos, «tengo buenos amigos aquí y por ello me hace especial ilusión estar hoy hablando delante de todos vosotros».
A partir de ahí, el pregón del delantero vizcaíno estuvo centrado en la defensa de que el vino y el deporte son totalmente compatibles. «El deporte está ligado a la salud, y el vino ayuda a estar sano y en forma a cualquiera», señalaba, antes de apostillar la frase con un «tomándolo de forma moderada». «Los estudios científicos lo dejan claro, el vino ayuda al cerebro, a los pulmones y a la próstata, y además el de Labastida está muy bueno», subrayaba para terminar.
Sus palabras culminaron en una sentida ovación, para dar comienzo al paseíllo habitual puesto por puesto a través de las calles Florida, Mayor y Frontín. Copa en mano, los visitantes estuvieron acompañados por el grupo musical Granujas a Todo Ritmo, que además de poner un punto animado a la jornada, contaron con gigantes que marcaban el camino a seguir a base de bailes.
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