Marques de Riscal, otra estrella Michelin en Álava

Buenas noticias para la gastronomía alavesa, aunque nunca acaban de ser noticias excepcionales. El territorio mantiene dos restaurantes presentes en el firmamento Michelin, el Zaldiaran y, como novedad, el Marques de Riscal de Elciego, con una estrella cada uno; pero la pierde el Ikea, que obtuvo una estrella el año pasado y que ha visto cómo se le ha desvanecido con el cambio de gerencia y la marcha del chef José Ramón Berriozabal. La tercera estrella alavesa, el sueño de la hostelería local, ha estado a punto de lograrse, pero desde una óptica positiva también se puede sentenciar que está más cerca que nunca para la próxima edición.

La conservación de la estrella es un hecho muy meritorio para el local de Gonzalo Antón. Es una nueva confirmación para el Zaldiaran de Antón y del cocinero Patxi Eceiza, cuya regularidad está fuera de toda duda dado que 2012 será su noveno año con estrella en la solapa. La obligada apuesta por banquetes, sobre todo bodas, para el mantenemiento de la rentabilidad del negocio no ha hecho mella en la calidad y la innovación de su carta gastronómica, que recibe de nuevo un espaldarazo clave para el primer restaurante alavés.

Al club de los estrellados alaveses se acaba de sumar el restaurante de Francis Paniego en el hotel de lujo Marques de Riscal, en Elciego. El riojano Paniego, cuya casa madre en Ezcaray (La Rioja), El Portal de Echaurren, ya sabe lo que es lucir la estrella de la Guía Roja, desvía la atención de la Michelin también hacia el Sur de Euskadi, una zona yerma hasta el momento de reconocimiento gastronómico.

La gran decepción de la noche ha sido la pérdida por parte del Ikea de la estrella que había conseguido el año pasado. Mantenerla hubiera sido un éxito excepcional para el actual equipo del chef Iñaki Moya, que ha tenido que hacer frente al hándicap de la marcha del anterior responsable de los fogones, José Ramón Berriozabal. A buen seguro, el cambio en la gerencia gastronómica del restaurante de Portal de Castilla habrá sido revisado con lupa por parte de los anónimos inspectores de la Michelin, y si bien ha traido consigo la retirada de la estrella, lo cierto es que deja más cerca que nunca la consecución de la tercera insignia alavesa, el gran sueño de la hostelería de la provincia. Si Moya y su equipo continúan con su trayectoria, podrían ser candidatos en próximas ediciones.